Mariano Di Paola, enólogo jefe de La Rural y Rutini Wines, fue invitado por el guatemalteco para armar en la casa que se está haciendo en Miami una cava igual a la que vio en la bodega
Ricardo Arjona, el hombre que le canta al amor y enloquece a millones de seguidoras cuando se sube a un escenario, quedó prendado de Mariano Di Paola.
El enólogo jefe de la bodega La Rural y de Rutini Wines, un peso pesado en el mundo de la enología, fue el anfitrión de una visita pautada por los representantes del cantante a la bodega que está en Coquimbito. En su paso por Mendoza, el 9 de setiembre pasado para el recital que dio en el estadio Malvinas Argentinas, el cantante fue a almorzar junto con un grupo de unas 20 personas de su equipo más cercano. Era un encuentro de cortesía, como tantos otros a los que acostumbran ir las estrellas cada vez que pisan un sitio en el que harán un recital.
Pero fue tal la buena onda que surgió en la visita, que Arjona le pidió al enólogo mendocino que reprodujera una
cava de vinos que vio en el museo de La Rural en la casa que se está construyendo en Miami. Para eso le ofreció al propio Di Paola que sea él quien se ocupe del pedido.
El encuentro no trascendió durante la estadía de Arjona en la provincia, porque la gente de la bodega respetó a rajatabla el pedido del equipo del guatemalteco de que el encuentro fuera muy reservado. Ni siquiera los cocineros de la bodega sabían que ese día estaban preparando un menú destinado a Arjona. De haberse corrido la voz que el hombre que canta Señora de la cuatro décadas iba a estar en la bodega se habría producido un caos.
"Al principio llegó un poco tenso, se lo notaba apurado. El plan era comer y partir para el Estadio a la prueba de sonido. Pero la visita se extendió por cinco horas. Hubo química, él se sintió cómodo", contó Di Paola a Diario UNO.
"Primero lo recibimos con unas empanadas que comimos en el jardín y luego empezamos a recorrer el museo de la bodega", siguió.
La Rural tiene un museo con una colección de 4.500 piezas originales con máquinas, carruajes, lagares, prensas, herramientas de tonelero, recipientes de barro cocido de la época colonial, vasijas de roble, bombas y moledoras. Cerca de 60.000 personas pasan cada año para admirar el lugar. Era lógico entonces que Arjona se quedara cautivado por el entorno que lo rodeaba.
"En un momento se mostró interesado por una bomba manual antigua que se usaba para el mosto y yo le dije: te la regalo. Es una pieza que tiene 200 años, tenemos otras en el museo por eso se la ofrecí, y se mostró muy agradecido", recordó Di Paola.
El enólogo quedó impactado por la sencillez y la humildad del ídolo de las mujeres. "Es un hombre muy humilde hablamos de todo, de historia, de vinos".
En el recorrido por la bodega le mostraron unos toneles antiguos donde se almacenaban hasta 27.000 litros de vino y que ahora se usan para decorar el museo. Por el tamaño que tienen, unos 2,50 metros de diámetro, se han convertido en
cava s. Esto cautivó tanto al cantante que le pidió a Di Paola reproducir esa particular
cava en la casa que se está construyendo en Miami.
Como en la bodega hay toneles de este tipo desarmados en desuso, le ofrecieron enviárselos para que la casa del guatemalteco tenga una
cava similar a la que tiene La Rural.
"Él insistió en invitarme a su casa con mucha amabilidad, pero si él quiere concretar el deseo que expresó de usar el viejo tonel para hacer una
cava , enviaré a un tonelero de la bodega para que lo arme", dijo Di Paola.
Los que conocen a este profesional saben de su humildad y de su constancia por mantener el bajo perfil. Consecuente con su actitud remarcó que en el caso de concretar el deseo del cantante, enviará a algún diestro armador de toneles de la bodega para cumplir con lo pactado.
Después de tantas muestras de gratitud por parte de los anfitriones, era previsible que el cantautor se sintiera más relajado y menos apurado por partir raudamente a la prueba de sonido. El asado preparado por Sergio Gurdia y acompañado por buenos vinos hizo el resto para que el encuentro se prolongara hasta bien entrada la tarde. A esa altura eran muchos los empleados de la bodega enterados de que Arjona andaba paseando por el lugar. Lo miraban de lejos. El músico advirtió la situación y ofreció 100 entradas preferenciales a los empleados.